Esta mañana venía pensando en el metro en los encarguitos que tenía para este finde ( y llegué y leí este post) Me iré a Salamanca con mis padres que están de mudanza que además coincide la gran Cumbre que debe hacer que la ciudad parezca una Madrid chiquitita y malhumorada. Pues de todas formas me han dejado un portátil y una PDA con su GPS para que les eche un vistazo.
No es que me moleste, al revés, me encanta cacharrear con todo lo que se me pone por delante, aunque cuando te llega alguien y te dice que te lleva a su casa en un ratito para que le formatees el ordenador/ le quites algún virus/ le mires la conexión a internet (creo que estas 3 son las más buscadas, al menos en mi caso) y comienza a contarte que sólo vive a 50 minutos, que enseguida te trae de vuelta a casa, etc... te dan ganas de decirle que tú también necesitas un carpintero, fontanero, electricista gratis (y es verdad, necesito voluntarios, pero nadie se ofrece al intercambio)
A lo mejor si me hubiera dedicado a la informática, estaría harta de hacerlo todo el día ¿los cocineros cocinan en casa?, pero es que también la informática es demasiado amplia y no es lo mismo dedicarse a programar que a instalar redes por ejemplo. Podría pasarme el día entero con un ordenador y no saber ni cómo es un disco duro (bueno, creo que hay quien no sabe ni qué es un disco duro) pero soy de las que empezaron con Spectrums, Commodores y Amigas, así que un gran trecho ya lo tengo recorrido.
Y considero una suerte que todo lo que yo no me puedo comprar lo pueda tocar, configurar, probar... me siento casi como testeadora oficial (aunque a veces también me da envidia, todo hay que decirlo)
Así que esta noche me subiré al autocar con un portátil,la PDa prestada, mi Pda, mi nintendo... la alegría de cualquier ladrón
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