jueves, 13 de octubre de 2005

Tratando de abrir la puerta de la oficina con el abono del metro...

Son los efectos encadenados de la lluvia4 malas canalizaciones4 inundaciones 4pies empapados 4 resfriado. Creo que lo primero que pierdo una vez que la fiebre hace acto de aparición ( con sus hermanitos dolor de cabeza, garganta y escalofríos) es la capacidad multi-tarea (esa que dudo muchos hombres posean). Así que hoy trabajo lenta, lentísima (y expuesta a cometer múltiples errores).

Por otro lado, la situación en el trabajo se ha "solucionado" con un parchecito, por lo que en teoría ya no debería preocuparme como hasta ahora por conocer la fecha de caducidad de mis quehaceres. Esto ya no se hunde (de momento) y han llegado a un acuerdo para seguir adelante y no quemar la nave ( y quedarse sin despojos). Claro que el acuerdo es muy precario y puede romperse en cualquier momento y además las paces durarán como máximo un año.

Me siento muy extraña, desorientada, me había acostumbrado a vivir sin saber que iba a ocurrir al día siguiente, y cuesta volver a la normalidad. Tengo que aterrizar rápido porque todos los proyectos paralizados tienen que arrancar ya otra vez y sin embargo, sobre todo los que son a más largo plazo, no puedo tener la confianza en que realmente servirán para algo o irán a la basura directamente dentro de unos meses.

Así que ahora vuelta a trabajar duro sin intentar pensar mucho en el futuro.

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