Mis padres han vendido su casa. Una vez más. Después se quejarán y dirán que viajo mucho, que cambio de ciudad y de país, pero desde pequeñita ha vivido ya en muchas casas. Voy a echar de menos esta habitación aunque ya no viva en ella, aunque sólo pase allí algún fin de semana, aunque haya echado de menos tantas otras.
Si alguien (Max Aub) dijo que eres de la ciudad en la que viviste tu bachillerato, y en mi caso al menos esto parece ser cierto, también la ciudad de tus años universitarios deja su marca. Y esta habitación corresponde a esos años. Trae muchos recuerdos.
Todo el mundo me considera ahora zamorana o salmantina, aunque haya vivido en otras ciudades nunca será lo mismo. Y nunca creo que me llegue a considerar madrileña,por muchos años que pase aquí. Tal vez Madrid dé la bienvenida y acepte a todo el que llega, no lo niego; pero siempre será una ciudad extraña, no mi ciudad. Incluso Londres fui capaz de hacerla mía, cosa que aquí no ocurre. Tengo mis lugares (poquitos) pero la ciudad no me pertenece, creo que no congeniamos.
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